Tu mejor vida nace de tus pequeños sí

Hay decisiones que se sienten como saltos grandes… y otras que parecen pequeñas, casi invisibles.

Pero desde mi experiencia —y quizá también desde la tuya—, las que más nos transforman no son las gigantes, sino esas microdecisiones diarias que tomamos casi sin darnos cuenta: lo que dices sí, lo que dices no, lo que decides soltar, lo que eliges sostener.

Y ahora que estamos a días de cerrar el 2025, quiero invitarte a mirar algo contigo:

¿Qué versión de ti está decidiendo por ti?

¿La que está cansada, temerosa, en necesidad?

¿O la que sabe quién es, lo que merece y lo que anhela de verdad?

Si te has sentido estancada, no estás sola

A veces no es falta de ganas.

Ni falta de claridad.

Ni falta de oportunidades.

A veces lo que te frena son todas esas decisiones chiquitas que vas dejando en automático: el mensaje al que respondes aunque no quieres, el plan que aceptas aunque estás agotada, la intuición que callas porque “no es para tanto”.

Yo también he estado ahí.

Y es en esos momentos donde entendí algo que marcó un antes y un después:

Las decisiones no se toman desde el cansancio. Se toman desde la claridad.

Las 5 preguntas que uso para decidir (y que pueden ayudarte también)

Porque sí, yo también he tomado decisiones desde el miedo, desde el ego y desde la prisa.

Y aprendí que cuando regreso a estas 5 preguntas, mi camino se alinea otra vez:

1. ¿Esto me acerca a mi crecimiento y espiritualidad?

A veces la vida se llena de propuestas, invitaciones, pendientes y compromisos que parecen importantes… pero solo hacen ruido.

Tu crecimiento y tu espiritualidad no siempre se sienten como algo solemne; muchas veces se sienten como paz, como un “esto sí me hace bien”.

Si algo no te expande, no te conecta contigo y no te recuerda quién eres, entonces no suma.

2. ¿Esto me lleva a la abundancia y riqueza?

Y aquí no hablo solo de dinero. Abundancia es tiempo, energía, calma, relaciones nutritivas.

La verdadera riqueza es cuando tus decisiones crean un flujo en el que tú ganas vida, no la pierdes.

3. ¿Esto cuida mi cuerpo y mi salud?

Tu cuerpo siempre sabe antes que tú. Si se contrae, si se tensa, si se agota… ahí no es.

Tomar decisiones desde el cuerpo es un acto profundo de amor propio.

4. ¿Esto me aporta aprendizaje y conocimiento?

El aprendizaje valioso es el que te transforma, no el que te atormenta.

5. ¿Esto me da diversión y alegría?

El gozo también es una brújula espiritual. La alegría también es información.

El fin de año no trae respuestas… trae espejos

Cuando no decides, otros deciden por ti.

Por eso las microdecisiones importan tanto: son las que definen cómo entras al próximo año.

Ejercicio práctico: tu checklist de cierre de año

Antes de comprometer tu energía, pregúntate:

¿Esto honra la mujer que quiero ser en 2026?

Nunca es tarde para elegirte. Pero ahora es un muy buen momento para empezar.

¡Nos vemos en el próximo blog!